Una nueva historia de la humanidad escrita a piedra | Fabio Parenti
Piezas encontradas en el valle del río Zarqa, que fundamentan el descubrimiento. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Traducción de Giovana Torres García publicada en julio de 2023 | Texto original en portugués

El profesor y arqueólogo Fabio Parenti, del Departamento de Antropología de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), lideró el equipo responsable por la parte arqueológica que descubrió herramientas de piedra astillada que pueden relatar la trayectoria evolutiva de la humanidad. Las dataciones revelaron en 2019 que las piezas tienen entre 1,9 y 2,4 millones de años de antigüedad y, por lo tanto, sugieren que la primera especie del género Homo en abandonar África fue el Homo habilis, porque el Homo erectus, la especie que se creía ser la primera, no había surgido en aquel momento.

Parenti, que es especialista en el reconocimiento de artefactos como los encontrados en el valle del río Zarqa en Jordania, explica que estas interpretaciones se entrelazan en diferentes posiciones en el campo de la arqueología, incluso algunas líneas de estudio discuten la división de las especies, sin embargo, según notas del profesor Walter Neves (Universidad de São Paulo – USP), que coordinó el equipo, esta interpretación explicaría una serie de descubrimientos fósiles que se hicieron anteriormente en el Medio Oriente, Europa y Asia.

Cráneo de Homo habilis. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Cráneo de Homo habilis. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Piezas encontradas en el valle del río Zarqa, que fundamentan el descubrimiento. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Estudio del perfil del sitio arqueológico donde se realizó el descubrimiento en el valle del río Zarqa en Jordania (1996). Foto: Fabio Parenti
Trabajo en el sitio arqueológico en Jordania donde se encontraron las piezas (2014). Foto: Fabio Parenti
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Cráneo de Homo habilis. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Cráneo de Homo habilis. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Piezas encontradas en el valle del río Zarqa, que fundamentan el descubrimiento. Foto: Cecília Bastos/IMAGEN USP
Estudio del perfil del sitio arqueológico donde se realizó el descubrimiento en el valle del río Zarqa en Jordania (1996). Foto: Fabio Parenti
Trabajo en el sitio arqueológico en Jordania donde se encontraron las piezas (2014). Foto: Fabio Parenti
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El primer contacto de Parenti con el sitio fue en 1996, cuando todavía era un arqueólogo independiente en su Italia natal, en el momento en que un equipo italiano lo excavaba. Al establecerse en Brasil, tuvo la oportunidad de reanudar el trabajo que se había dado por concluido. El profesor ha tenido una fuerte conexión con Brasil desde su doctorado, realizado a partir de excavaciones en los sitios de Pedra Furada, en el Parque da Serra da Capivara (Piauí), de gran riqueza arqueológica y paleontológica. Parenti ayudó a estudiar estos sitios en colaboración, que se mantiene hasta el día de hoy, con la Fundação do Homem Americano (Piauí).

En esta entrevista concedida a la revista Ciência UFPR, habla más sobre su carrera y su área de conocimiento.

Para empezar, ¿podría hablar un poco sobre su trabajo en Piauí y sobre los sitios en el parque da Serra da Capivara?

Mi doctorado fue publicado hace 30 años, por lo tanto, es un trabajo del pasado, congelado en el tiempo. Para mí fue un trabajo maravilloso, muy bueno, yo estaba bastante aislado, con poca gente, la Fundação do Homem Americano se había creado en 1987 por lo que era muy reciente, los investigadores aparecían esporádicamente, ahora tenemos una rotatividad mayor, resultando en más volumen y masa crítica de investigación. En aquel momento era prácticamente solo arqueología y lo que ayudaba mucho a la fundación era la parte de salud pública con la presencia de Fiocruz [Fundación Oswaldo Cruz], de Río de Janeiro. Además de esto, a finales de la década de 1980 hubo una contribución italiana de cooperación para la educación, por lo que se establecieron escuelas y centros de salud, lo que ayudó mucho a poner en marcha el área del parque, declarada patrimonio de la Unesco en 1991. A lo largo de los años seguí excavando allí por varias veces, publicamos alrededor de 25 trabajos en cooperación con estudiantes brasileños y con colegas italianos. Hay más de 1.500 sitios registrados en un área pequeña, por lo que es una densidad enorme, hay alrededor de 25 a 30 sitios excavados y es quizás la mayor colección de fósiles del Pleistoceno [período entre 2,6 millones y 12 mil años atrás] en Brasil y tal vez una de las más grandes de América Latina. Comparable a la que está en Argentina, en el Museo de La Plata. Es una enorme colección de mamíferos fósiles, maravillosamente conservados en São Raimundo Nonato, muy bien estudiados por un equipo francés. Otros hallazgos importantes son las dataciones de antiguas capas arqueológicas, estudios climáticos, estudios de arte rupestre, que es muy rico en todo el noreste de Brasil, estudios de antropología realizados tanto por Walter Neves como por otros investigadores. Actualmente se está extrayendo el material genético de los esqueletos que fueron encontrados allí, por lo que es un centro de investigación de referencia donde se pueden hacer muchas cosas en diversas direcciones.

¿Cómo se formaron los sitios en el valle de Zarqa y cuál es su relación con la datación de las piezas?

Los sitios se formaron llenando un valle que se había creado entre 4 y 5 millones de años antes. Primero se llenó con basalto de Siria, luego con sedimentos fluviales, los sedimentos también contenían restos de animales y artefactos, por lo que todo está mezclado. El río trae este material que se deposita no solo en la ladera, sino también en las riberas, los animales y los humanos van allí porque hay un recurso muy importante, el agua, especialmente en una región árida, entonces en ese lugar se reúne toda la vida de la región. De ese modo se formaron los sitios, que tienen aproximadamente entre 7 a 8 kilómetros cuadrados llenos de materiales, son bastantes grandes. Esta formación es importante para la datación porque en la base tenemos minerales volcánicos, que nos permiten saber cuándo fueron depositados, en el medio, dónde están los artefactos, es posible datar a través del paleomagnetismo, comprobando las marcas dejadas por los cambios de polaridad magnética de la Tierra, y en la parte superior hay uranio y plomo contenidos en piedra caliza.

El uranio comienza a perder isótopos con el tiempo y con esto es posible calcular cuándo se depositó, esta es una técnica bastante nueva capaz de hacer una medición incluso con una cantidad mínima de material. La técnica es aún un poco experimental, fue desarrollada por un laboratorio alemán, el único capaz de realizarla hasta ahora en períodos tan recientes (geológicamente). Esto permitió datar la parte superior de la secuencia que contenía esta cáscara de carbonato de calcio, dura como el cemento, que fue la que preservó los sitios. Son estos tres métodos los que permiten obtener con una buena aproximación la edad en la que se depositó todo este material y así conocer la antigüedad de las piezas encontradas. De ese modo relacionamos ese paquete de sedimentos a una edad de entre dos o dos millones y medio de años.

¿Podría hablar sobre el impacto de este estudio? ¿Qué llevó a toda esta repercusión?

Bueno, esto sucedió porque involucra indirectamente la evolución humana, pero, fíjese, el descubrimiento de objetos es algo antiguo, hace 23 años, la datación es una cosa más reciente, de los últimos años, y la publicación es más reciente aún, hacer las dataciones lleva meses de trabajo, los descubrimientos son hechos casuales y el estudio dura mucho tiempo, y de hecho aún no se ha terminado, sin embargo, con dataciones confiables, como esta, la cosa tiene una perspectiva más encantadora, después de todo el arqueólogo busca entender cosas antiguas, por lo que la edad es fundamental. El estudio tuvo esta repercusión porque, según Walter [Neves], explicaría la gran diversidad de fósiles encontrados en Asia. ¿Por qué hay tanta diversidad? Eso es raro. De hecho, con estos resultados estamos documentando un momento muy precoz, muy antiguo, de la expansión fuera de África. Que sea el [Homo] habilis es difícil decir, incluso los arqueólogos discuten la existencia misma del Homo habilis como taxón independiente, pero esto no me pertenece, justamente no nos pertenece, porque no tenemos fósiles, por lo que todo es abstracto; solo tenemos piedras, ¿quién hizo esas piedras? No lo sabemos. ¿Podría ser el habilis? Sí, o algo equivalente en edad, que sería el predecesor de lo que se descubrió allí en China hace 2,1 millones de años.

Profesor, ¿podría hablar un poco sobre su especialidad que es el astillamiento de las piedras por parte de los primates?

Esa característica, esa tendencia a golpear y tallar es antigua evolutivamente. Nosotros astillamos rocas durante al menos dos millones de años. Otros primates de América, que son distantes de nosotros, cosa de millones de años, también tienen esta tendencia, por lo que es posible pensar que es algo común a muchos géneros de primates en el mundo. He observado el material relacionado con el estudio publicado en Nature sobre las piezas de Piauí realizadas por Cebus, que son primates actuales, que son muy simples porque son el resultado de un astillamiento involuntario, y tienen algo de parecido a las antiguas industrias [las primeras piedras astilladas utilizadas por los antepasados del ser humano actual].

Pero, ¿las piezas que fueron encontradas en el valle de Zarqa se diferencian mucho de estas astilladas involuntariamente? ¿Es posible saber para qué se utilizaban?

Estas piezas han sido astilladas de una manera muy sofisticada que ningún chimpancé, ningún Cebus actual lo podría hacer, por lo que son, como suelen decir, humanos, pero no sabemos qué Homo; el uso es difícil de determinar porque las piezas ruedan mucho dentro del torrente, salvo unas pocas, esto borra cualquier rastro de uso, por lo que lo que se buscará en 2020 son lugares, partes de afloramientos, donde las piezas estén bien conservadas, poco rodadas, precisamente para hacer estos exámenes microscópicos. Nuestro objetivo es encontrar lugares de baja energía cuando se cubrió el valle.
Pero a pesar de que no se sepa exactamente cómo se utilizaban las piedras, se tiene una idea de para qué servían, como rasgar carroñas de animales, ¿es cierto?

Sí, o descarnar animales ya muertos, despellejar, sacar la médula para alimentarse, es lo más probable. Por supuesto, decir que eran cazadores depende de cómo se interprete el término, porque la depredación, es decir, comer otros animales, es algo que hacen muchos primates, incluidos los chimpancés. No obstante, somos omnívoros, así cazar como se entiende comúnmente, es decir, matar a través de instrumentos, es un hecho más reciente en la historia evolutiva, tal vez este sea el momento, un tiempo entre 2 y 1 millón de años atrás, cuando uno comienza a usar las piedras para hacer algo, lo primero es lanzar, antes de que vean una lanza, es decir, un objeto simétrico afilado y penetrante, esto lleva tiempo, pero puedes lanzar guijarros para romper el cráneo de una gacela, un herbívoro. Un guijarro balanceado es un arma poderosa, pero aparte de eso, la mayoría de estos individuos probablemente se aprovechó de cadáveres que ya habían sido cazados por otros predadores. Aquí viene el problema de la competencia, no se debe molestar a un gran predador mientras este se alimenta porque se vuelve, como dicen, una fiera, por lo que todo esto implica un conocimiento del contexto de los predadores de la época, o sea, de la paleontología, y no lo tenemos, no encontramos ningún fósil de carnívoros en aquel sitio. Tenemos en otros lugares, de otras edades, pero entonces la comparación es difícil, de nada sirve saber lo que había en África al mismo tiempo, porque África, la grieta africana, está a 4.000 kilómetros de distancia. Es como comparar la población de aquí [Brasil] con la población, no sé, de Detroit o de México, demasiado lejos. Entonces, para decirte cuál era la población carnívora, necesitaríamos encontrar huesos de carnívoros en aquella región, con aquella edad, y luego, ¡buena suerte!

Entonces, ¿había una relación de dependencia entre estos predadores?

Bueno, si quieres enterarte del trabajo de otras personas, hay que tener a alguien a quien sondear, es decir, alguien que haya tenido el trabajo de matar a un caballo, matar a una gacela joven o, no sé, a un elefante. Un elefante era muy codiciado porque tenía mucho material, pero nadie mata a un elefante apedreándolo, tendría que ser un hermoso tigre o una pantera para hacer el trabajo, luego cualquier cazador o recolector podría escudriñar lo ocurrido. Un elefante en la actualidad solo se mata con armas de fuego, por lo que necesitamos ser prudentes al imaginar cómo era la caza, a no ser que sean animales medianos o pequeños, que sí, como lo hacen los chimpancés, que cazan animales pequeños, comen ratas o cosas parecidas. No es peligroso cazar una gacela pequeña, que aquí [en Brasil] equivaldría a un carpincho a un pecarí de collar. Los animales medianos o pequeños, no los carnívoros, son una gran oportunidad para un grupo de cazadores no especializados y sin armas, o utilizando un trozo de madera, porque un palo de madera puede ser un arma muy efectiva, pero, por supuesto, no en contra… de un tigre dientes de sable, por ejemplo.

¿Es posible hablar de saltos o momentos de gran aceleración evolutiva?

Sí, hay momentos de aceleración evolutiva, tanto física como cultural, si piensas en el bipedismo, el crecimiento cerebral, con una explosión muy grande al final del Pleistoceno inferior, en el uso de artefactos, en la invención del fuego, todo lo que figura en los libros de la escuela primaria es realmente muy importante. La invención del fuego, la pirotecnología, como es llamada, cambia todo radicalmente, se puede tener acceso a una gran cantidad de alimentos y transformar la materia de muchas maneras. Así que podemos decir que hay aceleraciones, en verdad, para nosotros es casi obvio decir que las aceleraciones son muy rápidas. En los últimos 200 años los cambios en las estructuras físicas y en nuestra vida social son muy cercanos unos a otros, piense en el paso entre la construcción de los ferrocarriles y la digitalización del mundo, solo han pasado 150 años. Esto no es nada en términos evolutivos, son cinco generaciones. Y es algo muy peculiar, incluso arqueológicamente, tanto que hablamos de Antropoceno. Los depósitos provocados por estas transformaciones, lo que se está deponiendo de plástico en la tierra, dejará huellas obvias en el registro sedimentario, son transformaciones recientes aterradoras, realmente es muy rápido. En el mundo campesino en Europa hace 300 años la gente prácticamente moría en ese mismo tipo de ambiente técnico al que habían sido expuestos desde el nacimiento, sus hijos de manera igual, podían inventar un arado ligeramente diferente, pero era casi lo mismo. Desde el Neolítico hasta la Revolución Industrial todo se quedó un poco paralizado, hoy en día, a cada tres años, hay que cambiar los programas informáticos, incluso tenemos que aprender nuevas relaciones sociales. Parafraseando al gran biólogo estadounidense, Edward Wilson, tenemos cuerpos e instintos paleolíticos, con instituciones y creencias medievales y posibilidades astronáuticas. Las posibilidades son maravillosas, pero arrastramos viejas instituciones, si pensamos en nuestras instituciones sociales, creencias y todo, y tenemos una estructura instintiva de cazadores y recolectores, porque pasamos 3 millones de años cazando, la agricultura es una actividad muy reciente, de los últimos 10 mil años, por lo que es todo muy contradictorio.

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